Hace unos meses la editorial Sinerrata se puso en contacto conmigo. Se trata de una editorial recientemente creada que se centra sobre todo en libros en formato digital. El ejemplar que me enviaron era Devuélveme mi noche rota, de José Morand. Si soy sincera, es la primera vez que leo una novela que me hayan enviado, y creo que por eso me sabe un poco mal hacer esta reseña, porque no me ha terminado de convencer la historia del todo.
En la página de la editorial la sinopsis es la siguiente:
Nada despierta nuestros recuerdos tan precisamente como un olor,
un sabor, un sonido. Una canción que nos transporta a ese momento en que
la música formaba tan parte de nuestra vida como nosotros mismos.
Disco a disco, canción a canción, uno de esos frikis que rebusca
compulsivamente en los estantes de cedés de oferta de los hipermercados
recompone su vida a través de su completa discografía. Desde la infancia
hasta la madurez como padre, pasando por la adolescencia, las dudas,
las frustraciones, el amor y la búsqueda del propio camino, con la
música siempre como protagonista y fondo, estructura y fundamento de
nuestra historia.
Cuando leí la sinopsis pensé que Devuélveme mi noche rota encajaba con el tipo de historia que suele gustarme. Normalmente me atraen las novelas que consisten en una retrospección de la vida del personaje principal (que en este caso parece ser el autor). Pero por alguna razón, no terminé de conectar con él. La historia me pareció algo dispersa. Con esto quiero decir que los saltos para delante y para atrás en el tiempo no son lo mío. Me gusta más una historia lineal, con algún que otro flashback, pero no que todo el libro sea un ir y venir. Además, a veces no sabía muy bien si leía sobre los recuerdos del narrador o sobre su opinión musical acerca de los discos y canciones en los que se basaba cada capítulo.
He de decir que me pareció una idea muy original que cada disco diera pie a un recuerdo... pero tengo la impresión de que el autor podría haberle sacado algo más de provecho a esta estructura. Eso sí, la forma de escribir es clara y directa. Hace fácil seguir los pensamientos y cómo estos se entrelazan. Quizá hace un uso excesivo de algunos términos ("tonadilla" me viene ahora a la cabeza, si no me equivoco), y eso hacía que me costara a veces leer. Si a esto le añadimos lo que he dicho antes de los saltos dentro de la trama, viene a cuento mi puntuación.
Me gustaría poder decir que el libro me gustó, pero no creo que esa sea la sensación exacta que me dejó. Lo vi curioso, eso sí. Y quizá a vosotros os termine encantando. En esto de las reseñas ya se sabe que cada uno es un mundo.