En abril decidí enfrentarme a uno de los libros gordos que tenía en mi lista de 10 libros que quiero leer en 2014 y empecé El nombre del viento de Patrick Rothfuss. Quizá no fui la mejor idea del mundo, dado que al mes siguiente empezaba los exámenes finales de la universidad, pero llevaba semanas dándole vueltas a que me apetecía hincarle el diente al género fantástico (lo tengo bastante abandonado). Sabía que me gustaría, pero esperaba que fuera algo lento... ¡qué ingenua fui! Al principio me costó cogerle el ritmo, pero cuando llevaba más o menos un cuarto del libro, me enganchó de mala manera y no pude dejar de leer. Tanto me gustó que tuve que ir al día siguiente a comprarme la segunda parte de la trilogía: El temor de un hombre sabio. Y por si no lo sabíais, yo
no suelo leer sagas del tirón, sino que espero varios meses (o incluso años) para seguir con las trilogías.
El temor de un hombre sabio retomaba lo ocurrido en El nombre del viento y seguía con el ritmo trepidante de la historia. Kvothe prosigue en el relato de su vida y vamos conociendo más sobre su juventud y viajes. Me gustó mucho el cambio de escenario en este tomo y me dejó muy intrigada y con muchos interrogantes que seguro hallarán respuesta en el último libro de la trilogía. Aparecieron nuevos personajes estupendos que se sumaron a los antiguos, dándole más color a la vida de Kvothe. Este, por cierto, se me hizo más simpático, supongo que porque ya estaba empezando a madurar un poco y no era tan infantil ni insolente (aunque aún resulta algo pedante cuando corteja a las féminas). Me llamó mucho la atención lo imaginativo que es el mundo creado por Patrick Rothfuss y, desde luego, me pareció interesantísimo conocer más cosas sobre este universo y las diferentes costumbres de sus habitantes.
En definitiva, los fallos que le pude encontrar a estos dos libros no son suficientes para hacer sombra a lo entretenida que es la historia y a lo bien tejida que está. Los personajes brillan con luz propia, incluso los secundarios, y los giros de la trama solo hacen que quieras seguir leyendo. Quería leer algo de fantasía y creo que acerté de lleno al elegir esta trilogía. Ahora solo queda esperar a que el autor acabe la última parte.