Cómo no, no podía faltar la entrada de rigor sobre los libros que más me han gustado en 2013. Ya que veo que no voy a terminar ningún libro antes de mañana, creo que puedo permitirme el lujo de decir que estos son mis favoritos de este año.
- Ninguna guerra se parece a otra, de Jon Sistiaga.
Esta ha sido, sin duda alguna, la lectura más dura de este año. Los hechos que relata son escalofriantes y, si a eso le añadimos que sucediron de verdad... horribles. Pero es el que más me ha emocionado y el que más marcada me dejó. Aquí está la reseña que escribí sobre él.
- American Gods, de Neil Gaiman.
Ha sido mi primer contacto con el autor y me ha enamorado de él. Espero que 2014 lleve consigo más libros suyos (que seguro que sí). Si queréis leer algo distinto y lleno de magia, os recomiendo este libro. La reseña está aquí. - El libro de las ilusiones, de Paul Auster.
Lo leí a principios de año y creo que es uno de esos libros que te encuentran. Llegó en el momento exacto y creo que por eso me gustó tanto. Quién sabe, a lo mejor lo releo en 2014. Su reseña está aquí. - El juego de Ender, de Orson Scott Card.
Fue un préstamo que yo nunca pedí y no sabéis cuánto me alegro de que decidieran por mí. Aunque la historia parece un poco de niños, lo que hay tras ella es algo mucho más serio. Toda la trama es un conflicto moral para el personaje. Hace un mes vi la película y también me gustó muchísimo. ¡Cómo no iba a ponerlo entre los favoritos! Su reseña la encontraréis aquí. - El rey Lear, de William Shakespeare.
Ya sabía que me gustaba el dramaturgo, pero con esta obra terminó de quedarme claro. Tuve que leerlo para un trabajo de la universidad y creo que fue un acierto elegirla. Si nunca habéis probado las tragedias de Shakespeare, esta es una estupenda opción para empezar. Su reseña está aquí.
Y hasta aquí llegan mis favoritos de 2013. Espero que vuestro año también os haya traído lecturas maravillosas y que se vayan a quedar con vosotros para siempre. Desde holdmybooks quiero desearos que paséis un maravilloso final de año y comencéis el siguiente con buen pie y sin viajes al hospital por las uvas.
¡Nos leemos en 2014!