22 dic 2014

Reseña: "1Q84 (Libro 3)" de Haruki Murakami


Han tenido que pasar dos años para que al fin me haya decidido a terminar esta trilogía que empecé con tantas ganas en su día. Los dos primeros libros me habían gustado mucho pero, por alguna extraña razón, siempre posponía la lectura del último tomo. Finalmente, me propuse que de este año no pasaba que lo leyera de una vez por todas. Al final me he decidido casi rozando el fin del año... pero más vale tarde que en 2015, ¿no? Si tenéis curiosidad por saber mi opinión de las previas partes aquí tenéis su reseña.

No quiero dar demasiadas pistas sobre lo que ocurre en este tomo porque supondría estropear los libros previos, así que me limitaré a hacer un resumen de la trama principal: en las dos primeras partes seguimos las voces de Aomame y Tengo. Aomame es una instructora de gimnasio que, de un día para otro, comienza a percibir cambios en su entorno. Pronto se da cuenta de que ha pasado de estar en el mundo del año 1984 al de 1Q84. Además, por si esto fuera poco, Aomame no es una mujer cualquiera sino que es una asesina especializada que mata a maltratadores por encargo. Tengo, por otro lado, también termina metido en el mundo de 1Q84. Él da clases de matemáticas pero en realidad quiere ser escritor. De hecho, le mandan reescribir La crisálida de aire, una extraña obra cuya autora es una muchacha bastante misteriosa. La novela se convierte pronto en un bestseller, lo cual conlleva una serie de consecuencias. Una secta religiosa que hasta el momento había tenido una existencia más o menos tranquila entra a formar parte de la trama para darle un giro a toda la historia. En el tercer libro se suma a las voces de Tengo y Aomame la de Ushikawa, un detective que los investiga.

La historia, como ya dije en su día, me gustó mucho. Ha sido maravilloso sumergirme en un mundo tan parecido al nuestro y a la vez tan distinto. Esta ha sido mi primera historia de Murakami y me ha hechizado con su realismo mágico. El japonés teje una trama de la que no se comprende casi nada pero que hace que quieras saber más y más. Un misterio constante envuelve a los personajes, incluso cuando ellos no son conscientes. Sin embargo, en el tercer libro me ha dado la impresión de que Murakami daba vueltas y más vueltas a lo mismo. Si en los dos volúmenes anteriores seguía leyendo porque no sabía qué me iba a esperar a la vuelta de la esquina, en este leía porque sabía que se acababa la trilogía y quería llegar al final. No sentía esa emoción que tuve hace dos años. De las 400 páginas de mi edición, la mitad podrían haber sido eliminadas y no habría pasado nada. Quizá todo podría haber quedado resuelto en dos libros un poco más largos en vez de tres.

Los personajes, eso sí, siguen siendo tan redondos como los recordaba. Da gusto leer sobre personajes tan bien definidos, tan bien caracterizados. Hay algo en ellos que los hace especiales, sobre todo a Aomame y Tengo. Sufría y me emocionaba a la vez que ellos, no lo podía evitar. Normalmente suele haber algo que me distancia de los protagonistas de las novelas, pero en el caso de 1Q84 éstos están tan bien perfilados que parecían reales. Me han encantado. Al único que no le veía demasiado razón de ser era a Ushikawa. Supongo que porque no comprendía qué aportaba su parte a toda la historia, me daba la impresión de que sobraba, de que estaba metido a presión en la novela.

En cuanto a la forma de escribir de Murakami, ésta es maravillosa. Aunque a veces sus descripciones tan detalladas me aburrían o me parecían excesivas, no cabe duda de que sabe cómo contar una historia y cómo mantener el interés del lector sin perder lirismo en sus palabras. Mis partes favoritas eran las reflexiones sobre la soledad de los personajes o sobre sus sentimientos en general. Las ha escrito de una manera tan delicada, tan clara, tan mágica, que hasta me entraban ganas de ponerme a escribir yo misma e intentar imitarlo. Y no es la primera vez que me pasa con él: hace dos años, leyendo los dos primeros volúmenes de 1Q84 recuerdo que también tenía esa necesidad de ponerme a escribir porque Murakami era una maravillosa inspiración. Ahora sé que el próximo libro que lea suyo no se va a hacer tanto de rogar.

Resumiendo: esta tercera parte de 1Q84 no me ha parecido del todo necesaria para la saga. Me ha
dado la impresión de que todo lo que ocurre aquí podría haberse añadido a los dos primeros libros y la historia habría quedado perfectamente. Sin embargo, con personajes como Tengo y Aomame, no importa tanto que haya párrafos de más y mucho menos si estos están escrito por una pluma tan maravillosa como la de Haruki Murakami.


3 comentarios:

  1. Aún no me he atrevido con este libro. Tuve un fracaso muy grande con Kafka en la orilla, y ahora este autor de da algo así como amor y odio a la vez. Pero mucha gente lo ha leido, y además, los 3 seguidos, así que bueno, se me tiene que quitar ese miedo extraño que le tengo a Murakami.

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  2. Con este autor no termino de arrancar, a veces me dan ganas de estrenarme pero a último momento se me pasan las ganas... :/
    Gracias por la reseña y felices fiestas ;)

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  3. De Murakami solo he leído Tokio blues y me gustó muchísimo, de mis mejores lecturas de este 2014. Me encantó la pluma del autor, los personajes que construyó se me hicieron tan atractivos, solo quería saber más y más de ellos. Hubieron un par de cosillas que sentí que flojearon un poco, pero el libro me pareció tan distinto a cualquier cosa que había leído antes que me enamoré ♥ No me anoto estos libros porque son carísimos y no me gusta engancharme a trilogías, pero tengo en mi estantería Al sur de la frontera, al oeste del sol, que me ganó solo con su título, así que ya veremos qué tal. ¡Lee Tokio blues! Jaja, y felices fiestas :)

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