17 may 2012

"El hobbit", de J.R.R. Tolkien.

[Puntuación: 3/5]

Cuando se trata de J.R.R. Tolkien no hace falta mucha presentación. Cualquier lector que haya indagado un poco en el género fantástico o haya estado atento al cine en estos últimos años conoce El Señor de los Anillos, su más conocida obra. Recuerdo que, en mi caso, mi primer contacto con este maravilloso mundo que es la Tierra Media fue a través de las películas... al instante quedé prendada de ellas y decidí leerme la saga. Lo malo es que por aquel entonces tenía doce años y no me veía capaz de afrontar una lectura tan densa (que conste que lo intenté, pero nunca pasé del segundo capítulo). Me contenté con un cuento del mismo autor, Egidio, el granjero de Ham que poco tenía que ver con la Comunidad del Anillo y su misión de llegar a Mordor para destruir el Anillo Único. Aún así, me dejó muy buen sabor de boca y me lo he leído ya varías veces, aunque esto no ha evitado que dejase a un lado mis ganas de leerme la famosa trilogía. 

Debía llegar El Hobbit para despertar de nuevo una de mis ambiciones de la infancia. Y no, no hablo del libro... me refiero a la película. A finales de este año estrenan la primera parte, dirigida por Peter Jackson y con sólo ver los trailers promocionales se me hacía la boca agua. "Ésta es tu oportunidad, es ahora o nunca: vas a saldar tu deuda con El Señor de las Sortijas... perdón, de los Anillos", pensé. Aunque me di cuenta de que debería dejar para luego mi propósito: la vida del estudiante no perdona y yo no soy ninguna excepción. Me resultaba imposible hincarle el diente a unos libros tan largos. "Espera un momento... ¿y qué hay de la hisotria de antes? Además, la película está basada en esa novela. Tiene más sentido que te lo leas primero, aparte de que narra lo que sucedió con anterioridad a que se montase todo el lío de ir a Mordor". Mi mente tenía razón: podía leerme El Hobbit, entretener mi impaciencia y mis ansias durante un tiempo y, además, disfrutar de una buena novela de aventuras.

Fotograma de la película, que se estrenará en diciembre.
Porque de eso trata el libro: Gandalf se presenta un día en la puerta de la casa de Bilbo Bolsón, el tío de Frodo (portagonista de El Señor de los Anillos), por si hay alguien despistado, y le propone que se embarque en la búsqueda del tesoro robado por el dragón Smaug, con un grupo de trece enanos y él. Bilbo no le quiere hacer mucho caso... ¿desde cuándo un hobbit, ser que se caracteriza por su amor a la tranquilidad, sale en busca de aventuras? Y más sin saber si volverá con vida... o si ni siquiera volverá. Finalmente, termina aceptando ser parte de la expedición y ahí es donde empieza la diversión de la hsitoria. Juntos, tendrás que enfrentarse a diferentes adversidades (entre las cuales Bilbo le "quita" el Anillo Único a Gollum) para así poder alcanzar su objetivo.

La historia creada por J.R.R. Tolkien es entretenida y va dejando entrever rasgos e historias de la Tierra Media que después influirán o reaparecerán en El Señor de los Anillos. Sin ir más lejos: el propio Bilbo, Gándalf o el Anillo. Es la semilla que dará lugar a ese inmenso universo que tanto revolucionará la literatura fantástica unos años después. Pero eso no es suficiente, el hecho de que se trate de una novela previa a una importante saga no la convierte en buena automáticamente. Ojo, que no digo que el libro sea malo... pero sí algo flojo. Está escrito como un cuento infantil, lo cual a veces es gracioso pero, para mí, hizo que la lectura se me hiciera un poco pesada. Además, las aventuras eran de lo más previsible y le quitaban la emoción al asunto. Muchas veces me encontraba a mitad de un capítulo sin ganas de seguir leyendo, porque ya me podía imaginar lo que ocurriría a continuación.

Y, a pesar de esto, no puedo evitar mirarlo con cariño, porque los personajes tienen algo especial, porque leer El Hobbit era casi como viajar en el tiempo y regresar a mi infancia, cuando era pequeña y estaba tumbada en la cama escuchando las historias que mi madre me contaba antes de dormir. Y eso es algo que no consigue cualquier libro.