"Nina. Diario de una adolescente" y "From Hell"

Como propósito de año nuevo decidí leer novelas gráficas con cierta asuididad. No es que me haya convertido por completo al género, pero sí puedo decir que, al menos, he superado el récord de dos cómics en un año. Estoy lejos de poder considerarme una experta sobre la materia, por supuesto, pero eso no quita para que os hable de dos lecturas que recientemente he hecho y que me han parecido bastante curiosas.

En primer lugar se encuentra Nina. Diario de una adolescente, creación de Agustina Guerrero. A la autora ya la seguía en su blog, el cual me encanta y os recomiendo que visitéis. Sabía que la ilustradora había publicado un libro con Montena pero no estaba segura de si llegaría a cruzarme alguna vez con él o si tendría dinero a mano para comprármelo. ¡Menos mal que un lector empedernido siempre puede contar con la biblioteca! Una vez más, ahí estaba el ejemplar, listo para que lo sacara. 

No tenía ni idea de qué iba a tratar el cómic pero la sorpresa ha sido muy muy buena. A través de ilustraciones llenas de detalles y dibujadas con extremo mimo, Agustina va presentándonos a Nina. Bueno, y quien dice Nina, dice a cualquier chica del mundo, llena de manías, con una pasión por las pequeñas cosas y sin ropa que ponerse a pesar de tener el armario a reventar. En definitiva, la vida de un personaje entrañable creado con muchísimo cariño y repleto de ternura. He de decir que más de una vez pensé que Nina estaba basada en mí misma.

Por otro lado, y cambiando de género por completo, está From Hell, de Alan Moore (guión) y Eddie Campbell (ilustrador). Con más de 500 páginas de historia, el tomo narra los crímenes de Jack el destripador y la razón detrás de ellos. Evidentemente, todo se basa en suposiciones, ya que el caso nunca llegó a ser resuelto, pero Moore hizo un extraordinario trabajo de investigación, lo cual se puede apreciar en las notas del autor que conforman el apéndice del libro. Aunque se mezclan la realidad y la fantasía, el resultado es impresionante. Más de una noche me costó dormirme de lo inquietante que era la historia. Te consigue sacar de quicio y hacer que estés alerta, sin poder evitarlo. Sin embargo, y a pesar de lo interesante de la historia, a veces se me hizo algo densa y difícil de seguir. Por ello tardé un mes y pico en terminar From Hell, porque me veía obligada a dejarlo aparte y decantarme por otra lectura. En cuanto a las ilustraciones, si bien no eran de un estilo que me entusiasmara, es cierto que encajaban perfectamente con la agresividad del relato. A pesar de todo, se trata de una novela gráfica que hay que leer, sin duda.