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[Puntuación: 2/5] |
Antes de empezar con la reseña de The Fault in our Stars, creo más conveniente hablar de Looking for Alaska que, además de ser el primer libro publicado de John Green y con el que comenzó a labrarse cierto nombre en el mundo de la literatura juvenil, fue la primera novela que me leí de él, allá por el verano. Y sí, estoy poniéndome al día con las reseñas atrasadas.
La historia comienza cuando Miles, por puro deseo de comprobar si la vida tiene más que ofrecerle, decide irse a un internado para cursar sus estudios secundarios. Allí conoce a Chip, apodado "The Colonel" y que es su compañero de habitación. Este chico es muy amigo de la famosa Alaska que le da el título al libro, y que, como no podía ser de otra forma, embelesa a Miles desde el primer instante en que la ve. La chica, lejos de ser una barbie de instituto, está obsesionada con los libros (lo cual no implica que se los lea) y tiene cierta tendencia trágica a la hora de ver la vida. Sin ir más lejos, llegado el momento dice que ella fuma tan rápido, no porque disfrute el tabaco, sino porque desea morir. Ahí es nada. Entre los dos amigos, introducen a Miles en la vida del internado donde vivirán una serie de experiencias que girarán en torno a alcohol, tabaco, amores, rupturas y un largo etcétera. Sin embargo, un día, Alaska desaparece y nadie sabe muy bien qué ha ocurrido. Y hasta aquí puedo contar.
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Portada de la edición Latinoamericana |
En lo referente a la historia, ésta es interesante y a veces adictiva. No es que pase demasiado, pero John Green se las apaña para dejarte con la curiosidad y tampoco es que escriba excesivamente mal, tiene algunas frases interesantes y que merece la pena señalar (sólo hay que ver mi copia del libro y la de marcadores que tiene puestos). El final de la trama es bastante sorprendente, a partir de la desaparición de Alaska parece que las cosas empiezan a moverse un poco más y surge un argumento que hasta el momento no existía o era verdaderamente ambiguo. Pero vamos, que quitando esa parte, la primera mitad de la novela es un poco de relleno. O esa es la impresión que me dio a mí.
Mi opinión no es tan buena si tengo que hablar de los personajes, que, al fin y al cabo, son el núcleo de la historia. Me resultaron harto estereotípicos y, en el caso de Alaska, incluso insoportables. Siempre que se ha de representar a la heroína adolescente se recurre a la chica atrevida, que no teme a la muerte, de la que se enamora el protagonista pero es, oh, tan inalcanzable que es casi una diosa. Con frases que en la vida real nadie diría si no quiere que lo tomen por idiota de remate, Alaska Young se ha convertido en uno de los personajes que más he aborrecido jamás. "The Colonel", más o menos lo mismo, el chico que se lleva bien con todo el mundo, con más cara que espalda y amiguísimo de la femme fatale con la que idea mil y una tropelías. Quizá al que salvaría un poco sería a Miles, pero ni por esas. Quitando que está obsesionado con las últimas palabras de personajes famosos, no deja de ser el chico nuevo que queda cautivado por las personas con las que traba amistad y al que se le cae la baba por la chica guapa de la historia.
En definitiva, no logro entender a qué viene tanta pasión por John Green. Tanto con este libro como con The Fault in our Stars (del que está pendiente la reseña), me he quedado con una sensación de decepción inmensa en el cuerpo. Se le da demasiado bombo y platillo al autor por su papel en Vlogbrothers pero, sin duda, está sobrevalorado hasta la saciedad. Hala, ya lo he dicho. Me siento una persona nueva después de haber escrito todo esto.